SUFRIMIENTO
= A VIDA
Hoy cuando estaba desayunando, me he parado a pensar
en todas las personas que han fallecido por el virus Covid-19, que para unos se
manifiesta de manera letal y para otros los asintomáticos lo pasan sin darse
cuenta. Pero hay más gente de la que no se habla y está luchando también contra
otra enfermedad peligrosa y lo están pasando muy mal. Muchos de ellos saben
gestionar sus emociones y otros no. Estos últimos se suelen poner en el peor de
los casos por lo que no les ayuda para nada el enfrentamiento contra la
enfermedad.
Para los enfermos de cáncer, enfermedad que conozco
bastante bien pues la he sufrido y todavía estoy en observación constante. He
de decirles que lo más importante es el estado de ánimo de la persona, yo le
daría un 50% de la curación y el otro 50% es el tratamiento. En mi experiencia
que cuando me diagnosticaron un sarcoma pleomórfico Grado III y me explicaron
lo que era. En ese momento yo me vine abajo, pues las posibilidades que tenía
eran complicadas de salvar mi pierna izquierda.
Yo en casa no dejaba de pensar siempre en lo mismo, me
puedo quedar sin pierna, me puedo morir, la cabeza me iba a cien, etc. Hasta
que me plantee que esto yo lo tenía que vencer y para ello hay que luchar. Me
plantee una estrategia de lucha que consistía en que, en los peores momentos, es
decir, los más agresivos para un enfermo de cáncer, es cuando te han suministrado
durante 5 horas la quimioterapia y llegas a casa muerto. En ese momento debes
de tener un plan de lo contrario lo pasas muy mal. Yo después de descansar un
rato me levantaba y me ponía a escribir, todo lo que había vivido o pasado en
ese día, por pequeño que fuese yo lo escribía todo, nombre de la enfermera,
compañeros del box de quimio, si eran hombres o mujeres, si eran conocidos o
desconocidos, es decir, lo escribía todo. Mi objetivo era trasladarme a un
mundo que yo llamaba paralelo y en el que pasaba gran parte del día y me
ayudaba a desentenderme de esa grave enfermedad que era el cáncer.
Al cáncer le tenemos que perder el miedo, hay que respetarlo,
pero debemos saber enfrentarnos a él con nuestra mente manipulando y
retorciendo la realidad del sufrimiento y convirtiéndolo en un paraíso en el
que nos veamos de otra manera más feliz.
Yo escribía y escribía cada día y llegué a escribir mi
segundo libro “¿Cómo planté cara al cáncer? Me ocupó todo el proceso de mi
enfermedad. Y es un libro que se puede utilizar de autoayuda para las personas
que se están enfrentando al cáncer o a otra enfermedad grave cualquiera, la
estrategia sirve para cualquier enfermedad.
Yo tengo muchos familiares, amigos y conocidos que en
estos momentos están sufriendo una enfermedad muy grave, también tengo mucha
gente que se nos ha ido después de haber luchado mucho. Ante esto yo no puedo
decir nada ni cambiar la voluntad de Dios nuestro señor. Pero lo que sí puedo
decir es que la persona a la cual le dictaminan una enfermedad grave lo primero
que debe hacer es asumirla y querer luchar para curarse. Lo primero por ella y
lo segundo por sus seres queridos que son la otra cara de la moneda y sufren
tanto o más que los propios enfermos. Por lo tanto, el enfermo no debe
convertirse en el egoísta de turno, todo lo contrario, debe convertirse en el
gladiador romano que lucha en la arena contra los leones con todas sus fuerzas
para derrotarlos.
Por todo eso, nunca debemos olvidar que el sufrimiento
lo debemos convertir en ganas y deseos de vivir. De ahí el título de este
pequeño relato Sufrimiento igual a vida o también la vida es sufrimiento.
Mr. Carter
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