lunes, 15 de junio de 2020

¡CHICOS DEJAD DE ODIAR, APRENDED A AMAR!

                                               Ku Klux Klan
La palabra Odio viene del latín "odium", y significa: "Sentimiento profundo e intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o de que ocurra alguna desgracia".
Una de la razones evolutivas plantea que en el pasado de la especie, sentir odio  hacia los demás podía ser cuestión de supervivencia.
Charles Dawin en uno de sus libros publicados en 1872: "La expresión de las emociones en el hombre y los animales". Trata del origen evolutivo de muchas manifestaciones emocionales, entre ellas dedica un capítulo al odio.
Nietzsche, también decía que: El hombre de conocimiento debe ser capaz no solo de amar a sus enemigos, sino también de odiar a sus amigos".
El odio es la antipatía o aversión hacia alguna cosa o persona cuyo mal se desea.
Es como un valor negativo que va en contra del amor o la amistad, que produce disgusto o repulsión hacia una persona, cosa o situación con el deseo de destruir o evitar todo aquello que se odia.
Muchas veces acarrea consecuencias destructivas y peligrosas, como agresiones físicas, psicológicas, o verbales, que en ocasiones llevan a la muerte de una persona producto del odio que alguien siente por la misma.
No obstante, los principales delitos por odio son aquellos que son cometidos a un grupo social con características determinadas. como es el caso de victimas de racismo, política, xenofobia, homofobia, intolerancia religiosa, etc.
                                             Ku Klux Klan
En sentido jurídico, son los que se conoce como crímenes de odio, y se caracterizan por la intolerancia y discriminación.
Los crímenes de guerra se basan en amenazas, acoso o daños físicos hacia un individuo o grupos determinados, creando perjuicios o deterioros a la sociedad.
En la Biblia el odio, se expresa de la siguiente manera: Quien sigue a Dios debe de amar al prójimo, reconciliarse, y estar presente para servir su mano amiga, en los buenos y malos momentos.

"Los que amáis a Jehová, aborreced el mal" (Salmo 97: 10a).
"Pero yo os digo que cualquiera que se enfade contra su hermano, será culpable de juicio" (Mateo 5: 22).

El odio es lo opuesto al amor, existe una expresión popular que dice algo así: "Del amor al odio hay un solo paso, y viceversa". Esto significa que por una u otra causa se destruyó la relación de amistad, llegando a sentir odio pero con la posibilidad de que en un futuro desaparezca ese sentimiento, e  intente reanudarla relación que antes existía.
Psicológicamente, el odio se considera como un sentimiento intenso que produce ira y hostilidad hacia una persona grupo u objeto.
Según Sigmund Freud, el odio forma parte del estado del yo, que desea destruir la infelicidad que alguna situación o persona produce al sujeto, tal como aconteció a su paciente Elizabeth que manifestaba una gran satisfacción por la muerte de su hermana, para poder casarse con su cuñado, y con su confesión de odio acarreó la desaparición de todos sus síntomas que le ocasionaban dolor en su aspecto físico.
Hemos de tratar de evitar estos impulsos tan dañinos que nos llevan a diversos problemas, como el racismo, el acoso escolar, el terrorismo, fanatismo (político o religioso), etc.
A mí me ha llamado la atención siempre, el contemplar a muchos de los jóvenes, cómo manifiestan el odio a los demás, sin apenas conocerles. Estos jóvenes han sido educados por unos padres y abuelos, que han sufrido la dureza del esfuerzo en el trabajo y el estudio (los que han podido) con un sacrificio brutal para aportarles todos los medios que ellos jamás tuvieron. Pero ¿creen ustedes que estos jóvenes han aprendido dicha lección? pienso que quizás a la larga, hoy por hoy, no sé de donde han aprendido a odiar a sus diferentes, pero de lo que estoy seguro es que no lo han aprendido de sus padres. 
Hemos de apostar por la juventud y tratar de sanearla, apostando por la concordia y la lucha unida codo con codo, pues son los que llevarán los principios fundamentales de nuestros pueblos y crear una gran nación de la que estemos todos orgullosos de pertenecer, evitando los enfrentamientos los unos con los otros, ya que todos somos hermanos y como tal debemos ayudarnos.

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