miércoles, 1 de julio de 2020

LA SOLEDAD





LA  SOLEDAD

Del latín solitas, la soledad es la carencia de compañía. Puede ser voluntaria (cuando la persona decide estar sola) o involuntaria (cuando la persona se encuentra sola debido a las circunstancias de la vida). La soledad, por tanto, implica la falta de contacto con otras personas.
Todos necesitamos el contacto y la relación con otras personas, por eso el ser humano es un ser sociable.
Aunque nos creamos muy autónomos e independientes, las relaciones entre las personas nos aportan seguridad y bienestar, dos ingredientes muy importantes para nuestro equilibrio emocional. Y se ha comprobado que cuando por algún motivo empezamos a aislarnos, la soledad puede pasarnos factura.
La personas que se sienten solas se sumergen  en un círculo vicioso que las hace perder el interés por el día a día, y por emprender otras actividades que les ayudarían a conocer a otras personas con las que podrían compartir gustos y valores. Y en los casos más severos cuando se convierte esta soledad en emocional, se llega a un estado muy parecido a la depresión, la ansiedad o el miedo. Se la vincula a sentimientos de incomprensión, tristeza, e inseguridad.


                          Anciano escuchando los gritos de la soledad
¿Cuáles son los tipos de soledad?
Según Aturo Torres psicólogo hay seis tipos de soledad:
-Soledad Contextual, esta no siempre se extiende a todos los ámbitos de la vida; a veces, queda limitada a un solo contexto. Ejemplo: Uno se puede sentir solo en el trabajo pero una vez sale de allí, puede sentir la cercanía de sus seres queridos.
-Soledad Transitoria, esta aparece en situaciones concretas y dura poco tiempo. Ejemplo: cuando tenemos un conflicto en una relación amorosa o de amistad, puede surgir la sensación de que hay una barrera que impide la relación y que haga que nos planteemos si conocemos a la persona en cuestión.
Las personas que experimentan una soledad transitoria, relacionada con eventos como la jubilación o la viudez, pueden mejorar gracias a la adaptación a sus nuevas circunstancias y a las actividades lúdicas y sociales. Explica Natalia Martín-María.


                                     Anciana con soledad crónica
-Soledad Crónica, este tipo de soledad, se suele perpetuar en el tiempo. Esto no quiere decir que no desaparezca en el tiempo, puede ir debilitándose hasta desaparecer, pero cuesta más que en las otras clases de soledad. Ejemplo, una persona que hace una vida monótona, rutinaria que se siente sola y no sabe salir de esa espiral, ya que repita día tras día dicha vida sintiéndose sola. esta soledad tiene peor pronóstico para la salud. Se confunde en muchos casos con la depresión.
Un grupo de investigadores en Salud Mental (CIBERSAM) y del departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) se propuso dos objetivos, analizar la existencia de distintos patrones de soledad y conocer si estos influían por igual en nuestro estado de salud.
Se comprobó que tanto las personas que sufrían una soledad transitoria como los que presentaban una soledad crónica, presentaron tres años después, un peor estado de salud, nos asegura Natalia Martín-María, autora del trabajo. La muestra es de 2.390 personas entrevistadas de todas las comunidades de España.
-Soledad Autoimpuesta, es la consecuencia de un aislamiento que uno mismo ha decidido utilizar como elemento definitorio de su pripia vida. Un ejemplo sería, las personas con miedo a sentirse defraudadas por amigos o seres queridos, que desarrollan actitudes misántropas, o en general de desconfianza hacia los demás.
-Soledad Impuesta, es consecuencia de una serie de privaciones materiales a las que se somete a la persona, en contra de la voluntad de esta última. La incapacidad de tener relaciones normales y de manera sostenida hace que aparezca la sensación de aislamiento, vivir en un lugar muy reducido y apenas salir de él. Un ejemplo podría ser: el estar sometido a unas jornadas laborales muy exigentes, en las que el único objetivo sea hacer dinero.
-Soledad Existencial, se trata de un estado en el que la emoción de la soledad, se mezcla con la duda existencial de para qué se vive y qué es exactamente lo que nos conecta a los otros. Nos sentimos desconectados del resto de los mortales, debido a la ausencia de un sentido por la propia vida. Por lo general suele provocar malestar e inquietud y no puede ser afrontada intentando hacer más amigos o conociendo más gente.
¿Qué síntomas tiene la soledad?
-El estado de ánimo de la persona solitaria se vuelve depresivo y puede llegar a ser permanente.
-Muestra desinterés por las actividades sociales, reflejando apatía.
-Suelen tener tendencia al aumento de peso debido a la inactividad y a la vida sedentaria.
-Suelen padecer de insomnio o de hipersomnia (exceso de sueño), suelen ser problemas frecuentes.
-Otro síntoma puede ser la agitación psicomotora o la ralentización de los movimientos. 
-Suelen fatigarse a menudo.
Las personas solitarias encuentran más estresantes las actividades diarias. Los médicos saben desde hace mucho tiempo que la soledad no es buena para la salud mental, ya que tiene asociadas patologías como la depresión, el estrés, la ansiedad y la falta de autoestima.
¿Qué diferencia existe entre  estar solo y sentirse solo?
Estar solo, lo podríamos explicar como que en un momento determinado uno no está rodeado de gente, nos referimos a un rato, pero tenemos familia, amigos que nos quieren. Es una situación no un sentimiento.
El estar solo te permite abandonar tu carga social, te da la libertad de poder ser más introspertivo (observa y analiza los propios pensamientos o sentimientos). Es como si te dejaran meditar
Y sentirse solo, esto ya es un estado emocional un sentimiento de desamparo en el que te ves distanciado del resto de personas y la sociedad.
Sentirse solo no es bueno para la salud. La sensación de soledad tiene consecuencias negativas para nuestra salud según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid.
Todos nosotros somos seres sociales,y hemos sido creados desde el inicio Adán y Eva, para vivir en compañía. Pero todos sabemos que existen momentos en los que todos deseamos estar solos, aunque en algún momento nos resulte deficil debido al pesado de turno o pesada de  turno, ya que todos conocemos el refrán "es mejor estar solo que mal acompañado".
Theresa May, la que fue primera ministra británica designó un ministro de Soledad, en un intento de frenar el problema que padecían "nueve millones de bitánicos".
May dijo que "la soledad es la triste realidad de la vida moderna". Treinta años atrás, el cantante Morrissey había dicho algo al respecto en la canción Please Help the Cause Againt Loneliness. "Por favor ayuda a la causa contra la soledad/ ¿Te gustaría saber mi domicilio?/ Por favor ayuda a la causa contra la soledad".

                                Please Help the Cause Againt Loneliness

En la literatura tenemos el tema de la soledad en la novela de Daniel Defoe, Robinson Crusoe, el personaje principal vivió 28 años completamente solo, pero no terminó de manera trágica, sino que se transformó en el tema de su obra.
Nosotros tenemos la maravillosa obra de Cervantes, El Quijote, "ingenioso hidalgo andante y flaco, que a caballo en el siglo XVII llevaba su soledad de un lado a otro, porque escapar de uno mismo es también a veces una forma de dejar la soledad detrás.
En 1613, se escribió el famoso libro de poesía en español, Soledades de Luis de Gógora, con versos dictados por la "soledad confusa", este tema la soledad sigue siendo un misterio real, del que ni siguiera con las bellas palabras resulta fácil escapar.


Mr. Carter

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