El valor de la honradez
Las personas honradas no mienten ni incurren en falsedades ya que, va en contra de sus valores morales. Dichas personas siguen los valores morales, que respetan las normas sociales y son consecuentes con ello, es decir que tanto su manera de pensar como la manera de obrar son coherentes comportándose de manera justa, recta e integra. Estas personas evitan siempre causar perjuicios a los demás actuando siempre con la verdad por delante y la honestidad.
La honradez se la considera una cualidad muy valiosa en una persona, ya que nos aporta mucha confianza. Por ello es fundamental para las relaciones humanas y las actividades que se basan en ellas, como el trabajo y la vida en comunidad.
La sociedad sería más justa si lográramos todos ser más honrados. La persona honrada jamás roba, nunca miente, no engaña y no traiciona. Solo se guía por los valores morales, el respeto a las leyes y el respeto al otro.
En el mundo se acabarían, los asesinatos, la corrupción y las guerras si las personas se ciñeran a los dictados de la honradez. Cuando el hombre quebranta los principios de la honradez es cuando empieza los conflictos humanos.
Por ello, la honradez se debe inculcar en edades muy tempranas, para que poco a poco vayamos asimilando y guiándonos por la vida con la verdad, la justicia y la rectitud.
¿Por qué es importante el valor de la honradez?
Debido a que expresa respeto por uno mismo y por los demás. se opone a la deshonestidad que no respeta a la persona misma ni a los demás.
La honradez convierte a la vida en un resplandor de confianza y sinceridad mostrando toda su transparencia. Por eso las personas honradas no tienen nada que ocultar.
¿Cuál es la diferencia entre honradez y honestidad?
Son palabras similares y se suelen confundir; honestidad y honradez.
El hombre honesto es un hombre decente, recatado y decoroso.
El hombre honrado, es el que procede con la verdad por delante y obra con integridad y justicia.
¿De qué manera se practica la honradez?
Utilizando los siguientes ingredientes podemos ser unos buenos aprendices de personas honradas.
-Siempre se debe cumplir la palabra dada.
-Hemos de decir la verdad siempre, aunque pueda traernos problemas.
-Debemos aprovechar el tiempo sin engañar a los maestros, padres o jefes.
-Debemos administrar bien los bienes encomendados, tanto los personales, familiares, empresariales o colectivos.
-Debemos actuar decentemente y en armonía con el cuerpo, la mente y los actos.
Cuando la persona decide ser honrada, es cuando asume, no mentir, no robar, estafar ni engañar de ninguna forma. Así de esta manera fortificas la fortaleza de tu carácter que te permitirá prestar un gran servicio a Dios y a los demás.
En cambio la falta de honradez tan extendida hoy en día, es debido a que no se procede rectamente en las funciones encomendadas y esto conlleva a la falta de rectitud de ánimo, es decir, se aparta de las obligaciones que se tienen a cargo procediendo en contra de las mismas, dejando de hacer lo que se tiene encomendado.
La falta de honradez suele generar una herida en todos los niveles de la confianza, y la mayoría de veces no es posible restaurarla.
Mr. Carter
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