LOS CELOS
El tema que vamos a tratar a continuación trata de una respuesta emocional que puede llegar a ser profunda independientemente de la persona que lo sufre. Surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera propio. Y suele ocurrir cuando la persona amada presta atención a otra persona generando incomodidad. La persona celosa suele ver a su pareja como una posesión, es decir, como algo que le pertenece.
Los celos suelen ser unos sentimientos que por término general desembocan en la destrucción de las posibilidades de avance de la relación.
La persona celosa vive siempre con el fantasma de perder a la más mínima oportunidad a su pareja. No se puede y no se debe vivir con ese miedo e inseguridad. Hay que relajarse y dejar de imaginar cosas que solo están en la cabeza del celoso. Se debe tener más confianza mutua entre ambos.
Hoy en día las parejas con la influencia de las redes sociales suelen disponer de mucha información que uno u otro puede gestionar de una manera que pueda infundir a la otra persona una escena que conlleve un episodio de celos. Si subimos una foto nuestra a un grupo, una información a alguna persona que se pueda interpretar mal etc.
Existen unos celos que suelen estar relacionados con relaciones amorosas del pasado. Estos celos se les denomina como retroactivos: o celos del pasado de la pareja, especialmente en sus relaciones amorosas anteriores. Estos celos también se conocen como el Síndrome de Rebecca, por la protagonista de la novela Rebecca, su primera esposa del escritor Dpahne Du Maurier. Esta novela se llevó al cine por el director Alfred Hitchcok una película que recomiendo que veamos.
Aquí os dejo el video para los que no la habéis visto la película podáis disfrutar de esta joya cinematográfica de Alfred Hitchcok.
En el Síndrome de Rebecca, los celos provienen de las relaciones que la actual pareja mantuvo en el pasado. Quien sufre el Síndrome de Rebecca no puede dejar de pensar en estas relaciones que ya fueron el “fantasma” de las historias de amor anteriores, aunque ya no están presentes, convirtiéndose en una obsesión y esto hace que no reine el equilibrio en la pareja actual. Este problema no solo atormenta a quien lo sufre, sino también a su pareja.
Según la Dra. Tugliani: “El Síndrome de Rebecca muestra como síntoma la necesidad de tener el control sobre todo lo que hace su pareja. Seguramente este control compulsivo no se manifiesta sólo en el ámbito amoroso, sino que es posible que quien desarrolla este trastorno tienda a controlar otras situaciones de su vida”.
Los celos en general están hechos de unos ingredientes muy tóxicos, como: el miedo, la envidia, la rabia, la inseguridad y el dolor. Se suelen originar cuando existe una situación que nosotros tomamos como una amenaza y se desata en nosotros el miedo a la pérdida de la persona amada.
Los celosos que no se atreven a plantear el tema con su pareja suelen estar atrapados en la situación de victimismo, de continua sospecha y con deseos de venganza.
Lo mejor que se debe hacer cuando aparece una situación de este tipo es la de plantearla con tu pareja, explicando como te sientes para tomar las medidas oportunas lo más pronto posible. De lo contrario si no lo planteas, puede llegar a afectarte física, emocional y mentalmente. No puedes vivir con ese miedo permanente a perder a tu pareja.
Una cosa que debes plantearte es si los celos son fundados o son producto de suposiciones o de tu imaginación. Si los celos son reales debes hablar con tu pareja y preguntarle lo que está pasando. Tienes derecho a saber y preguntar, aunque no te guste la respuesta. Para así de esta forma poder emprender otra situación.
Mi consejo, es que, si tu relación de pareja merece la pena, en tu mano está el resolver el problema de los celos. Puedes seguir las recomendaciones siguientes:
-Mejora la comunicación con tu pareja.
-Habla serenamente con ella.
-Mírale a los ojos cuando hables.
-Trabaja tu autoestima siendo positivo.
-Quiérete más y no te abandones, ya que, los celos te destruirán.
-Demuestra tu amor con acciones.
Los celos en la mayoría de los casos son infundados y si son verdaderos, es decir, fruto del engaño debido a que el amor se ha ido disipando y entonces el planteamiento ya es otro.
“El amor lo puede todo y abre nuestros corazones haciendo respirar un aire fresco y limpio sin negatividad”.
Mr. Carter
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