Aquí se trata de un trastorno volitivo del comportamiento que tiene su raíz en la actividad a realizar y el retraso en realizarla, sintiendo incomodidad, estrés etc. Este estrés puede ser psicológico (en forma de ansiedad o frustración),físico (cuando se debe hacer un gran esfuerzo físico o cuando se realiza un trabajo duro manual), o intelectual cuando se tiene que estudiar para un examen y tenemos una montaña de apuntes.
El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente sin tener fuerza de voluntad para realizarla. El acto que se pospone puede ser percibido por la persona, como abrumador, desafiante, inquietante, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo que tiende a retrasarlo con una cierta justificación.
La procrastinación como síndrome que evade el responsabilizarse retrasando tares a realizar puede llevar a la persona a refugiarse en actividades ajenas a las que debe realizar. Con la costumbre de retrasar, se pueden generar dependencias de otros elementos externos, como es Internet, leer libros, salir de compras, comer convulsivamente, la cuestión es suplir ese tiempo que no ha invertido haciendo las actividades que debía por otras que he mencionado antes.
-Los procrastinadores eventuales,cuya actitud evasiva no se repite habitualmente.
-Los procrastinadores crónicos,cuya conducta evasiva es constante y se repite en el tiempo.
Estos segundos son los que denotan trastornos en los comportamientos antes mencionados.
Muchos autores afirman que existen en la actualidad conductas aditivas que contribuyen a este trastorno de evasión; se refieren a la televisión, a Internet, al teléfono móvil etc.
También hemos de resaltar, el llamado "síndrome del estudiante" ( muchos estudiantes retrasan la entrega de sus trabajos hasta el último día de la fecha límite o el estudio hasta el día de antes del examen), también en la sociedad se da, cuando hay que pagar a Hacienda la declaración de la renta, muchos lo dejan para el último día, con lo que las oficinas de Hacienda y los bancos se saturan de personas que van a realizar dicho trámite.
Una conducta procrastiva, consiste en coleccionar muchas opiniones como excusa para no decidirse por ninguna en concreto.
En definitiva la procrastinación, es un problema de autorregulación y organización del tiempo. Su solución estriva en una organización adecuada del tiempo, concentrándose de forma prioritaria en aquellas tareas que tienen un plazo de finalización más cercano. Las personas que retrasan o procrastinan una tarea, suelen decir que lo harán después « en cuanto tengan tiempo », con lo que está presentando una conducta evasiva.
¿CÓMO SE PUEDE SUPERAR EL HÁBITO DE RETRASAR?
Según William Knaus, propone una serie de características personales que son propias de las personas con tendencia a la procrastación:
-Creencias irracionales: están basadas en una pobre autoimagen y autoconcepto de sí mismos que les hace verse como inadecuados o incompetentes, o ven al mundo con demasiadas exigencias que no se ven capaces de cumplir.
-Perfeccionismo y miedo al fracaso: postergar y justificar un resultado final por falta de tiempo, sirve de excusa para evitar el miedo al fracaso, en tareas donde no hay garantías de éxito. Son personas perfeccionistas y autoexigentes, que se marcan metas poco realistas.
-Ansiedad y catastrofismo: el cúmulo de trabajo supone un círculo correlativo de nivel de ansiedad. La dificultad para tomar decisiones y la búsqueda de garantías de éxito antes de iniciar una tarea provoca finalmente sentimientos catastrofistas, y como resultado se sienten saturados e indefensos. Pueden sentir autocompasión, escudándose en que no son aptas para las exigencias del mundo que les ha tocado vivir.
-Rabia e impotencia: las exigencias desmesuradas y el catastrofismo provocan también rabia e impotencia. Pueden surgir ideas del tipo «yo debería ser capaz de realizar esto solo » «¡qué idiota que soy » o «¡no puedo tolerar esta ansiedad!». Estas personas perfeccionistas, al no cumplir con las metas que se marcan, se muestran agresivas contra sí mismos. Terminan atrapadas en un círculo enfado-rebelión que empeora su rendimiento.
-Necesidad de sentirse querido: el deseo de realizar tareas sobre la base de la recompensa en forma de amor o aceptación de los demás. La creencia que subyace es: « todos deberían amarse para poder amarse a sí mismo» Basa su valía como persona en la aceptación recibida. Si se les recompensa. si se les recompensa con sus demandas implícitas se sienten fuertes psicológicamente y por el contrario si sienten inválidas cuando no obtienen lo que desean. Por ese motivo estas personas aceptan todo tipo de demandas de los demás con el fin de agradar.
-Sentirse saturado: el trabajo y el estudio, se les acumula, se ven incapaces de establecer prioridades; esto provoca sentimientos de ansiedad, saturación estrés, angustia, indecisión, impotencia, inmovilización y fracaso, lo que cierra un círculo vicioso del que no pueden escapar.
Mr. Carter
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