miércoles, 5 de agosto de 2020

LA VANIDAD


La vanidad 1889. Auguste Toulmuche

Proviene del latín vanitas, vanitatis que significa "cualidad de vano" (vacío, hueco o falto de realidad, sustancia o solidez).
Esto hace referencia y está vinculado a lo insustancial, la arrogancia, la presunción  y el envanecimiento.
La vanidad es una manifestación de la soberbia y la arrogancia.
La persona vanidoso se siente siempre superior al prójimo, ya sea desde el punto de vista intelectual o físico. El vanidoso no duda nunca en resaltar su supuesta capacidad siempre que puede, para menospreciar al resto de la gente.
En este sentido el vanidoso lo único que refleja es un sentimiento de inferioridad y deseo de ser aceptado por el otro. Cuando hace gala de sus virtudes el vanidoso lo único que quiere es demostrar que no es menos que otro y espera el aplauso y la admiración de quienes le rodean. Por eso la persona vanidosa se la considera una persona engreída, e incluso soberbia.
En el cristianismo, la vanidad es uno de los siete pecados capitales y entre ellos es el peor,ya que el individuo ejerce una  excesiva confianza en las cosas terrenas y en sí mismo lo cual le lleva a pensar que puede prescindir de Dios. Un ejemplo de este pecado de vanidad lo perpetró Lucifer ante Dios. Lucifer era el más hermoso y sabio de los ángeles, pero pecó de soberbia cuando se igualó a Dios y fue entonces cuando fue castigado y condenado a los infiernos.

Para entender bien lo que es la vanidad hemos de recurrir al mito de Narciso.


Narciso era hijo de Cefiso y de Liriope. Cefiso era un dios del río en la mitología griega. Narciso era un joven extremadamente atractivo y guapo de Karaburun, siendo capaz con su sola presencia de enamorar a todas las mujeres que le vieran, pero éste  las rechazaba. Eco una joven ninfa se enamoró profundamente de Narciso, pero éste se mofó de ella al saber que se había enamorado de él. Eco al verse no correspondida se fue a las montañas para siempre, triste y rota por el desamor, propinándole un conjuro con la ayuda de Némesis, deidad de la venganza y la justicia divina, que maldijo a Narciso a enamorarse únicamente de su propio reflejo. Y la verdad es que tuvo  efecto dicho conjuro. Y es que cuando Narciso fue un día al río Estigia para refrescarse un poco, éste se acercó tanto que vio reflejada su imagen en el agua y pensó: "Pero que guapo soy, voy a acercarme un poco más para deleitarme con mi belleza". Narciso se acercó tanto al borde para admirarse que se cayó finalmente al agua y murió ahogado.
La maldición que propuso Eco funcionó a la perfección y Narciso pasó el resto de la eternidad en el inframundo, atormentado por su soberbia y vanidad. 


Y curiosamente en ese lugar creció una flor que se caracteriza por su enorme belleza y colorido de los pétalos a la que se le dio el nombre de narciso.

Mr. Carter

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