Después de analizar a 12.066 casos de pacientes hospitalizados con Covid-19, han identificado cuatro "grupos fenotípicos" de pacientes. El Dr. Manuel Rubio-Rivas del Hospital Universitario de Bellviche, nos cuenta como ha llegado él junto a un centenar de médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que tras haber analizado a 12.066 pacientes hospitalizados por infección SARS-CoV-2 han identificado cuatro grandes "grupos fenotípicos" de pacientes de coronavirus.
Dicho estudio se ha publicado en el "Journal of Clinical Medicine" bajo el 'Predictius Clinical Outcome with Phenotypic Clusters in Covid-19 Pneumonia An Analysis of 12066 Hospitalized Patients from the Spanish Registry SEMI-COVID-19', establece una clasificación en cuatro grupos, en función de la gravedad por la que esté atravesando el paciente y cuyo nivel va vinculado a una serie de síntomas.
"Encontramos cuatro subtipos clínicos de pacientes hospitalizados -no ambulatorios-, tan solo teniendo en cuenta los síntomas", explica a 20minutos el Dr. Manuel Rubio-Rivas, médico internista miembro del SEMI y primer firmante del artículo científico.
Según explica Rubio-Rivas, entre estos subtipos hay dos con mal pronóstico y "mortalidad hospitalaria" y otros dos con mejor pronóstico, y casi todos presentan fiebre, tos y falta de aire.
Así, los pacientes del primer subtipo solo tendrían estos tres síntomas: Tos, fiebre y falta de aire o disnea. Estos tienen mal pronóstico.
Los del segundo subtipo se añadiría a esos síntomas: de tos, fiebre y disnea, la dificultad para oler o la pérdida del gusto. Este grupo tiene buen pronóstico.
Los del tercer subtipo, además de la triada: Tos, fiebre, disnea, se añade el dolor de cabeza, de garganta y dolores musculares, es una pseudogripe. Estos tienen un buen pronóstico.
Los del cuarto subtipo, que además de: tos, fiebre, disnea se le añaden síntomas digestivos (diarrea, vómitos y dolor abdominal), siendo uno de los grupos con mal pronóstico.
"Esto según el Dr. Manuel Rubio-Rivas permitirá adelantarse y predecir qué paciente se va a poner mal y qué paciente no va atener una evolución tan mala".
Los resultados de esta investigación podría traer una serie de beneficios, tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios que trabajan en los hospitales. "La ventaja es sobre todo informativa y pronostica", asegura el doctor, añadiendo que permitiría "adelantarse y predecir qué pacientes se van a poner mal y que pacientes no van a tener una evolución tan mala". Para el que tiene un buen pronóstico, por ejemplo, "quizás no sea necesario que ingrese, porque muchos ingresados son para vigilancia, que en algunos casos luego se ha visto que no era necesaria". Para los que presentan un mal pronóstico, por otro lado, "algunas terapias podrían llegarles antes de tiempo" al poder prever la gravedad de la enfermedad según los síntomas.
-PRIMER GRUPO: MAYOR TASA DE INGRESO EN UCI Y DE MORTALIDAD
El primer grupo, al que pertenece el 72,4 % (8.737) de los pacientes que participaron en el estudio, presentaban los síntomas más comunes de la enfermedad: Fiebre, tos y disnea.
En cuanto a las características de los pacientes, tendía a ser hombres mayores con una mayor prevalencia de patologías y cuyos síntomas se agravaban rápidamente. De hecho, uno de cada 10 pacientes de este grupo, tuvo que ser ingresado en la Unidad de cuidados Intensivos (UCI), y una cuarta parte de ellos fallecieron, según indica el estudio.
-SEGUNDO GRUPO: MENOR TASA DE INGRESO EN (UCI) Y MORTALIDAD
En este segundo grupo mucho más minoritario (9,9 % de pacientes), clasificaron a los pacientes que presentaron ageusia (dificultad para detectar el gusto) y anosmia (pérdida del olfato), que también podrían ir acompañados por: Tos, fiebre y disnea.
No obstante la tasa de ingresos en UCI, así como la de mortalidad, es considerablemente menor: de hecho, es el que presenta porcentajes más bajos de entre los cuatro.
-TERCER GRUPO: PRONÓSTICO RELATIVAMENTE MEJOR
El tercer grupo, se clasificó a 880 pacientes (el 7,3 % del total) que presentaban una combinación de síntomas, tales como dolor en las articulaciones y/o musculares, dolor de cabeza y de garganta, e incluso fiebre, tos y/o disnea.
A pesar de que no es el grupo con mayor tasa de mortalidad o ingreso, el 10,8 % de los pacientes clasificados en este grupo requirieron ingreso en UCI.
-CUARTO GRUPO: ALTO PORCENTAJE DE MORTALIDAD
Unos 1253 pacientes (el 10,4 % del total) han conformado el cuarto grupo de este estudio, que estaba conformado por personas infectadas que manifestaron: Diarrea, vómitos y dolor abdominal (también a menudo acompañados de fiebre, tos y/o disnea).
Su tasa de ingreso en UCI es mucho menor que el tercer grupo (8,5 %), pero su porcentaje de mortalidad es el segundo más alto de todos los grupos (18,6 %).
POSIBLE FONDO GENÉTICO
"Casi todos los que ingresan en el hospital han tenido Fiebre, tos y disnea, pero los que agregan falta de olfato, de gusto, dolor de cabeza, de garganta o molestias musculares, esos, en principio tienen que ir mejor".
Como se ha observado, la llamada "triada" de síntomas (fiebre, tos y disnea) está presente en la mayoría de pacientes hospitalizados. No obstante, los pacientes con peor evolución han sido los que han presentado únicamente estos tres síntomas y no otros añadidos. "Seguramente deba haber alguna predisposición genética que hace que los síntomas sean de esa forma u otra y l cosa será en el futuro ligar ese fondo genético con esos síntomas".
Lo más seguro es que, de haber hecho un estudio genético de los pacientes, "quizás cada grupo tendría un fondo genético un poco diferente".
De los pacientes incluidos en el estudio, además, resultaron ser hombres la mayoría y con una media de edad de 67 años.
PATOLOGÍAS PREVIAS
Uno de los factores que condicionan la gravedad de la enfermedad es la existencia de patologías previas, o comorbilidades. Según señalan en la investigación, las principales enfermedades previas al ingreso fueron Hipertensión arterial (50 %), Hiperlipidemia (39 %) y Diabetes mellitus (19 %).
"Son comorbilidades muy frecuentes en muchas otras enfermedades, y que son sospechosas de ser factor de riesgo según varios estudios", cuenta el doctor Manuel Rubio-Rivas. No obstante, él no es partidario de establecer ninguna como definitiva hasta que no haya estudios definitivos y "ponerlas 'en cuarentena', antes de asegurar que los hipertensos, por el hecho de serlo, van a evolucionar peor.
Es evidente, para cualquier enfermedad, que tener cinco enfermedades es peor que no tener ninguna, y según las cuáles el pronóstico va a ser peor. Tener una patología pulmonar de base muy severa, obviamente, en una enfermedad que afecta al pulmón como es la covid-19, pues es peor".
Destaca el doctor Manuel Rubio-Rivas el trabajo "increible de todos los profesionales e investigadores que, en solo seis meses, han conseguido avanzar en el conocimiento de una enfermedad "que era desconocida el año pasado".
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Mr. Carter
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